De alguna forma, en la actualidad, toda organización es una empresa digital. Y es que este término no se considera más como un sinónimo de TI; no se limita a una sola área o departamento. Es una forma de hacer negocios y esto afecta a toda la empresa.
Incorporar el aspecto digital, no necesariamente es utilizar las tecnologías más innovadoras; es equipar a la organización con una base digital y tener una mentalidad que permita adaptarse a las tecnologías y prácticas comerciales cambiantes.
Independientemente del tamaño que se tenga como negocio, es necesario garantizar que las bases estén cubiertas: soluciones móviles, computación en la nube y análisis de datos, porque éstos son los pilares sobre los que se están edificando muchas soluciones.
De acuerdo con David Smith, vicepresidente de la firma Gartner, “La disrupción digital es el cambio más grande que enfrentan las empresas y los proveedores de tecnología” (Gartner, 2018)y cuando algo así sucede, inevitablemente, surgen mitos relacionados con el tema.
Éstos, como el propio Smith los denomina, son “falsos amigos”, ya que pueden interponerse en el camino de las empresas, impedir su innovación o generar falsas esperanzas. Por tanto:
¿Cuáles son algunos de los mitos de la disrupción digital?
Aquí presentamos 10 de ellos:
- La disrupción es algo malo
- Disrupción es una palabra de moda que se usa demasiado
- Cualquier cambio es una disrupción
- La disrupción es un problema solo de tecnología
- La disrupción es solo para los gigantes digitales
- La disrupción digital ocurre solo en los mercados de consumo
- Los sucesos más publicitados son los más disruptivos
- Innovación, transformación y disrupción son lo mismo
- La disrupción es un problema de alguien más
- No se puede ser disruptivo
Mito 1. La disrupción es algo malo
La realidad es que siempre es buena para alguien; pero, no es intrínsecamente buena o mala. Para algunos es una oportunidad, para otros es una amenaza. No habría que preocuparse por lo negativo, mejor, habría que ocuparse de las posibilidades que brinda.
Mito 2. Disrupción es una palabra de moda que se usa demasiado
Es verdad que éste es un término usado en exceso y el cansancio al respecto, es real. Sin embargo, la disrupción también es increíblemente relevante. No hay que ignorarla. En lugar de ello, habría que cuestionar y dirigir la conversación hacia lo que, auténticamente, importa: ¿Qué se está cambiando y qué importancia tiene? ¿Cuál es la disrupción fundamental? ¿Quién debería prestar atención y por qué? Son solo algunas de las preguntas que puede formular para no perderse en un mar de juicios que quizá, no enriquezcan su percepción.
Mito 3. Cualquier cambio es una disrupción
El cambio no es igual a disrupción; esta última ocurre cuando hay una modificación fundamental en un sistema o entorno, por ejemplo, la computación en la nube o los teléfonos inteligentes.
Frecuentemente, lo que se percibe como tal es, en realidad, una característica o una moda, como por ejemplo, la televisión en 3D o Pokemon Go.
Es necesario que la estrategia que se implemente en las organizaciones, refleje con precisión el panorama posterior a la disrupción.
Mito 4. La disrupción es un problema solo de tecnología
Cierto es que la disrupción digital casi siempre tiene algún aspecto tecnológico; sin embargo, la tecnología en sí misma, no es necesariamente el elemento disruptivo principal. Basta con observar todas las áreas que han sido afectadas en el contexto actual: negocios, tecnología, industria y sociedad.
Mito 5. La disrupción es solo para los gigantes digitales
Organizaciones como Amazon, Google y Apple, podrían considerarse como precursores de la disrupción; sin embargo, ésta también ocurre en miles de pequeñas, medianas y grandes empresas.
La recomendación es prestar atención a sus prácticas y aprender de ellos. Hay que generar planes de acción que conduzcan a un cambio de modelo organizacional, cultural, financiero o de negocios, para comenzar el proceso de explotación de una disrupción.
Asimismo, hay que analizar los efectos secundarios que afectan a una amplia gama de empresas y personas.
Mito 6: La disrupción digital ocurre solo en los mercados de consumo
Es verdad que es frecuente ver que se dé, por primera vez, en este tipo de mercados; sin embargo, su impacto se extiende a muchos otros giros y negocios. Esto es, en gran parte, el resultado del fenómeno conocido como la “consumerización” de las TI o, cuando las TI adoptan las disrupciones del cliente.
Lo aconsejable es ponerse en el lugar de los usuarios y emplear escenarios de consumidores para comprender la disrupción digital en el esquema B2B.
Mito 7. Los sucesos más publicitados son los más disruptivos
La Inteligencia Artificial, la Blockchain y la realidad virtual reciben mucha publicidad y visibilidad. Pero aún no son lo suficientemente maduras para ser consideradas verdaderas disrupciones. Para ello, se requiere una adopción generalizada y efectos secundarios. Si bien la exageración disminuye con el tiempo, esos efectos secundarios no lo hacen.
Mito 8. Innovación, transformación y disrupción son lo mismo
La innovación y la transformación son dos cosas diferentes que existen en un círculo virtuoso. A veces, uno interrumpe o guía al otro, lo que resulta en una disrupción. No se debe perder de vista el vínculo entre los dos: hay que incorporar el análisis de disrupciones en los esfuerzos de innovación y/o transformación.
Mito 9. La disrupción es un problema de alguien más
Los directores y los líderes de TI, a menudo están calificados de manera única para identificarla. Sin embargo, no siempre es el CIO o el personal de TI el que encuentra disruptores u oportunidades de esta clase, cuando ocurren en áreas distintas a la tecnología.
Una buena práctica es trabajar con arquitectos empresariales y directores de estrategia, para forjar una que capitalice estos hechos y ayude a posicionarse como un CIO disruptor.
Mito 10. No se puede ser disruptivo
Por ejemplo, Apple debe lidiar con tácticas defensivas y disruptivas de Google, cuyo Android compite con el iPhone.
Los visionarios reconocen que pueden ser disruptivos y emplean estrategias auto-disruptivas para asegurarse de que se beneficien del próximo cambio fundamental para la empresa. Una buena forma de conseguirlo, es evitar la arrogancia y no tener miedo de reinventarse a uno mismo.
Si algo hemos aprendido con la pandemia, es que muchas creencias sumamente enraizadas en los individuos y en las organizaciones no tienen un fundamento sólido. La capacidad e ingenio del ser humano son muy vastos, por lo que puede y seguirá incrementando su poder transformador.
Fuentes de Consulta:
Pérez Rubio, I. (Marzo, 2021). La disrupción digital está sacudiendo las bases de todas las empresas. PwC. Recuperado de:
https://www.pwc.com/ia/es/publicaciones/perspectivas-pwc/La-disrupcion-digital.html
Beadle, J. (Octubre 18, 2018). Digital Disruption Myths.Gartner. Recuperado de: https://www.gartner.com/smarterwithgartner/digital-disruption-myths