El cine es una interesante plataforma para conocer, entender y recordar aspectos relacionados con la gestión de Capital Humano. Cierto es que en muchos casos, predominan los “finales felices” y eso nos hace pensar que lo que esas historias plantean está muy lejos de hacerse realidad.
Pero, es muy probable que haya más de una lección por aprender y ésta puede ser susceptible de ser empleada en situaciones organizacionales que estamos viviendo.
1. Jerry McGuire, Seducción y Desafío (1996).
Un destacado promotor deportivo cobra conciencia acerca de lo que implica el trato al cliente, la ética laboral y la trascendencia de la propia vida. En este descubrimiento, Jerry (Tom Cruise) experimenta, por primera vez, lo que para muchos significa ser un “fracasado”: con solo un cliente (por cierto, con varios problemas de actitud); con graves problemas financieros, con un compromiso matrimonial roto y sin amigos verdaderos, McGuire enfrenta el mayor desafío de su vida.
¿Qué nos enseña este film?
- Liderazgo: ser líder implica ser ejemplo; comenzar por mejorar en lo personal, para posteriormente, ser inspiración para otros.
Demanda, no solo predicar acerca de integridad y coherencia; es actuar bajo estos principios sea cual sea la situación. Solo de esa forma se puede ganar autoridad, respeto y confianza por parte de los colaboradores, pares y superiores.
Exige un profundo autoconocimiento para entonces, ayudar a otros a conocerse y potenciar todo su talento. - Resiliencia: aun viviendo las experiencias más adversas, perturbadoras y dolorosas, el ser humano es capaz de salir adelante, de aprender y de sacar el mejor (y mayor) provecho de ello. Puede salir más fortalecido y sabio, entendiendo que los sucesos vividos son parte de lo que necesita para crecer y trascender.
- Visión: “Cuando tienes una visión lo suficientemente fuerte y poderosa, nada puede interponerse en tu camino”, esta frase de Lewis Howes (autor de The School of Greatness) hace una referencia muy cercana a lo que plantea la película.
Para alcanzar objetivos (tanto personales como empresariales) debe existir profunda convicción en que vale la pena luchar por cumplirlos. Y esto no significa que el camino sea llano o fácil; puede ser todo lo contrario. Pero esa visión merece el caer y levantarse cuantas veces sea necesario, luchando contra el miedo, la incertidumbre o la desesperanza. - Trabajo en equipo: las grandes hazañas se concretan cuando alguien cuenta con el respaldo de un equipo, que comparte su misma visión, pasión y convicción.
Puede ser que en solitario se puedan conquistar objetivos importantes; sin embargo, la experiencia es mucho más enriquecedora cuando participan más personas. La sinergia de las fortalezas de cada uno de los miembros del equipo, pueden dar resultados exponencialmente más efectivos y duraderos. - Balance entre la vida laboral y personal: este aspecto requiere revalorar y redefinir el concepto de “éxito”. Una persona exitosa es aquella que tiene claridad con respecto a la importancia del trabajo sin abandonar aquello que es valioso en el ámbito personal. El equilibrio entre estos dos aspectos es lo que permite a los individuos acercarse a su plenitud y felicidad.
2. Amor sin escalas (2009).
Ryan Bingham (George Clooney) es un consultor de Recursos Humanos y gurú motivacional que parece tener su vida “bajo control”.
Una de las actividades centrales de este personaje consiste en despedir a colaboradores de diversas empresas dentro de Estados Unidos, por lo que aeropuertos, aviones y hoteles son algo común en su vida cotidiana. Este aspecto resulta ser perfecto para su filosofía de desapego de todo y de todos.
La llegada de una joven compañera de trabajo con ideas innovadoras (aunque algo cuestionables) y el encuentro con una viajera frecuente como él, revolucionan su mundo, así como aquello en lo que creía y pregonaba.
¿Qué nos enseña este film?
- Conoce a tu personal: cuando se trata con capital humano es necesario conocerlo. No solo es saber acerca de su preparación académica, trayectoria laboral o antecedentes generales. También, hay que conocer sus inquietudes en el área personal, sus planes, sus pasatiempos, su visión del futuro. Los colaboradores pueden encontrar propósito en lo que hacen, si la empresa les ayuda a compaginar ambas áreas. Incluso, en una situación tan extrema como un despido, los gestores del talento pueden acompañarlo, mostrándole las posibilidades que existen, para que pueda realizar aquello que más le apasiona hacer.
- Integración de trato humano y tecnología: a pesar de que esta película se estrenó hace más de una década, ya hablaba acerca de la incorporación de la tecnología a las tareas del área de Recursos Humanos.
Y, en esencia, representa una muy buena oportunidad para agilizar diversos procesos del departamento. Sin embargo, jamás reemplazará la comunicación interpersonal entre los individuos (dentro y fuera de la organización).
La tecnología carente de sentido humano puede resultar una herramienta fría, indiferente y significativamente riesgosa. Incluso, puede provocar altos niveles de frustración, estrés, enojo y en consecuencia, bajo compromiso con las empresas y sus objetivos. - El bienestar del personal por encima del ahorro económico: La innovación es fundamental para la permanencia y éxito de una organización. Pero, cuando estas propuestas sacrifican el bienestar de los colaboradores en pro de ahorros económicos, deben revisarse más de una vez.
El creer que un mejor rendimiento en los números de la empresa justifica el privar al capital humano de un trato digno, de incentivos o de algún otro beneficio que ha recibido hasta ese momento, es en la mayoría de los casos, un error.
Las consecuencias pueden resultar mucho más costosas que los supuestos ahorros logrados.
3. Un zoológico en casa (2011).
Un recientemente viudo, Benjamin Mee (Matt Damon) junto con sus dos hijos, está lidiando con el dolor de su pérdida, por lo que decide comenzar de nuevo en otro lugar.
En la búsqueda de una casa, Mee se topa con una propiedad que parece ideal, excepto porque incluye un zoológico que está, prácticamente, en ruinas.
La expectación y alegría que esta situación despierta en su pequeña hija, orilla a Benjamin a comprar, sin saber que esa adquisición no solo le ayudará a sanar sus heridas, también a fortalecer a su familia y a iniciar un muy retador proyecto de vida.
¿Qué nos enseña este film?
- No hay ideas pequeñas: las crisis obligan a buscar nuevas alternativas para salir a flote. Este enfoque con un ángulo diferente de las cosas es a lo que llamamos creatividad. A pesar de ser altamente valorada en la teoría, en la práctica es muy distinto. Comúnmente, cuando en una lluvia de ideas surgen algunas propuestas, se tiende a menospreciarlas o juzgarlas. Craso error.
En principio, se debe establecer un código de respeto en el equipo para que haya libertad de expresión. Nunca se sabe de quién puede provenir la idea que ayude a revolucionar una organización. - Genera un vínculo positivo con la comunidad: la transparencia, la honestidad, una cultura de esfuerzo y de pasión por el trabajo, no solo permeará entre los colaboradores de la organización, también, fuera de sus muros. Hoy más que nunca, los miembros de la comunidad valoran y reconocen a las organizaciones que demuestran con hechos aquello que sostienen como filosofía empresarial.
¿Y por qué es esto importante? No solo lo es por una cuestión de imagen y buena reputación, es pensar también, en que las empresas tienen que ser atractivas para atraer a nuevos colaboradores. La idea de que solo los negocios seleccionan y filtran a potenciales empleados, es obsoleta. Ahora, ellas también deben ser un lugar en el que los individuos sientan que vale la pena trabajar y permanecer en el largo plazo. - ¿Por qué no? (20 segundos de coraje): en esta historia se muestra el valor de la osadía. No como un acto imprudente; la intención es hacer algo diferente de lo que comúnmente se hace, porque solo de esa forma, se pueden obtener sorprendentes resultados. En otras palabras, es romper con paradigmas limitantes (de pensamiento y de acción) que impiden que los individuos potencien su capacidad al máximo. Y, muchas veces, bastan solo “20 segundos de coraje”.
4. Kinky Boots (2005).
Charlie Price (Joel Edgerton) tiene que regresar a su pueblo natal, tras el fallecimiento de su padre, quien era dueño de una fábrica de calzado masculino, de gran calidad. Sin embargo, al tomar las riendas del negocio, se percata de la grave situación financiera en la que se encuentra.
Charlie tiene que despedir a gran parte de los leales trabajadores, intenta vender el enorme inventario de zapatos sin éxito y para completar el cuadro, su prometida no lo apoya en medio de tanto caos.
Pero, gracias a que por una coincidencia conoce a Lola (Chiwetel Ejiofor), Price se da cuenta que esa situación amenazante, puede resultar una excelente oportunidad para revolucionar el mercado.
¿Qué nos enseña este film?
- El valor de las crisis: el conflicto puede ser funcional o disfuncional dentro de las organizaciones. La gran diferencia entre ambos es que el primero ayuda a mejorar, mientras que el segundo, es tan solo enfrascarse en el problema y no obtener ningún tipo de aprendizaje.
Las crisis son necesarias para cambiar y superarse; cuando todo se mantiene en calma, no hay necesidad de retarse ni de salir de lo que ya se conoce y se domina. - La importancia de la inclusión: los grupos heterogéneos son más complejos de manejar, pero al mismo tiempo, más enriquecedores. Contar con equipos en los que sus integrantes tengan diversidad de procedencias, edades, género, formación académica, nacionalidad, creencias, etcétera, abre la puerta a una visión mucho más holística.
Algo que para algunos no tiene una solución tan viable, para otros resulta ser algo simple y fácil de resolver, gracias a que su contexto les permite ver aspectos que otros no pueden.
Asimismo, la diversidad entre los individuos de una organización, debe ser gestionada con códigos de comportamiento ético, muy claros y compartidos, para evitar cualquier actitud discriminatoria, acosadora o irrespetuosa entre los colaboradores. - La flexibilidad: en tiempos de crisis permanecer rígido e inflexible es un camino seguro al fracaso. Querer conservar viejas ideas o prácticas, arrojarán los mismos resultados.
Adaptarse no es tarea fácil; los cambios, en la mayoría de las ocasiones, no son bien recibidos por los individuos y es un proceso que lleva tiempo, compromiso, paciencia, esfuerzo y constancia.
Aprender a fluir con las circunstancias, ayuda a prestar atención a detalles que sin esta elasticidad, pasaríamos por alto o quizá, hasta representarían una nueva amenaza.
Si aún no ve estas películas, lo invitamos a que lo haga y descubra por usted mismo éstos y otros mensajes, que pueden ayudarle a generar ideas para su actividad en la gestión de Capital Humano. Si usted ya las vio, quizá sea una buena opción verlas nuevamente con una mirada.
Referencias:
Crowe, C. (Director). 2011. We bought a zoo (Film). RatPac-Dune Entertainment y Vynil Films.
Jarrold, J. (Director). 2005. Kinky boots (Film). Harbour Productions y Rose Price Battsek Productions.
Crowe, C. (Director). 2006. Jerry Macguire (Film). Gracie Films y Vynil Films.
Reitman, J. (Director). 2009. Up in the air (Film). DreamWorks Pictures.