Dicta el dicho que “No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo aguante” y, en esencia, lo que esta frase sostiene, posee mucho de verdad.
La crisis en la que la gran mayoría de las organizaciones entró por la pandemia mundial que aún estamos viviendo, ha representado un reto de dimensiones inconmensurables. La vida cambió en cuestión de días y la gran mayoría, no estábamos preparados para lidiar con el avasallante escenario que el COVID-19 generó.
Si a nivel individual esto ha sido difícil de asimilar, a nivel empresarial éste ha sido, quizá, el mayor desafío al que se ha enfrentado desde la revolución industrial.
Como toda transformación inesperada, mucho de lo que se ha decidido se ha hecho a base de prueba y error. Y cierto es que, gracias a que se comenten equivocaciones, es que tanto los individuos como las organizaciones pueden aprender. Sin embargo, también existe el riesgo de que esas experiencias no se interioricen y se repitan una y otra vez.
Revisemos 5 errores más comunes en los que se ha incurrido en este último año:
1. Exceso de control:
Para muchas empresas el formato de home office no era una práctica cotidiana, por lo que a muchos gerentes les tomó por sorpresa el coordinar y supervisar actividades a distancia. La creencia de que el tener presencialmente a los colaboradores, permite un mejor seguimiento y control, sigue siendo muy común. Al no poder ser así, se ha entrado en una especie de ansiedad colectiva, que a su vez, ha derivado en cuestiones como: exceso de reuniones, trabajo fuera del horario establecido (incluso en días de descanso), sobrecarga de correos electrónicos, mensajes en WhatsApp, llamadas telefónicas, incremento de reportes con evidencia del trabajo realizado, por mencionar sólo algunos.
2. Estancarse en “apagar incendios”:
Se puede afirmar que prácticamente nadie estaba preparado para lo que estamos viviendo, por lo que al inicio de esta contingencia sanitaria, la mayor parte de los gerentes se dedicó a generar ideas y acciones que permitieran la operación de la empresa. Sin embargo, no tienen una visión a largo plazo, por lo que sus propuestas seguirán siendo para resolver problemáticas en la inmediatez y no con miras a que crezcan, maduren y se fortalezcan con el tiempo.
3. Falta de sensibilidad y empatía:
Fueron muchas las organizaciones que dieron de qué hablar ante la opinión pública, al mostrar poca o nula empatía con la situación que se vive. Desde despidos en masa hasta alentar el trabajo presencial, pasando por alto las recomendaciones de las autoridades. Claramente, esto no sólo impacta hacia el interior de la empresa, también hacia el exterior. En México, fueron pocas las corporaciones que mantuvieron a su personal durante los meses de confinamiento, respetando sus sueldos, prestaciones e incluso, los mandos gerenciales y directivos se abstuvieron de cierto tipo de beneficios para apoyar a los colaboradores con menos ingresos.
4. Comunicación interna deficiente:
A pesar de contar con gran cantidad de dispositivos tecnológicos funcionales y prácticos, muchos mensajes que son determinantes para la motivación y el buen desempeño de los colaboradores, se quedan en las redes de la organización sin alcanzar a sus destinatarios oportunamente. Como se mencionó en el inciso 1, se han sobre saturado de información los canales tecnológicos, provocando que muchos ignoren todos los mensajes que llegan. Y es que cabe recordar que así como la escasez de información es un problema, el exceso de la misma, también lo es.
5. Subestimar el poder de la cultura organizacional:
En esta operación exacerbada, en la que se han visto envueltos los gerentes y directivos, se ha perdido de vista la importancia de replantear muchas de las creencias, valores, ritos, rituales y prácticas que hasta hace poco eran recurrentes: ya no pueden emplearse exactamente igual. Si auténticamente se pretende alcanzar los objetivos de la empresa, es necesario hacer una revisión exhaustiva de todos y cada uno de los aspectos más influyentes de la cultura de las organizaciones y ajustar o cambiar lo que sea necesario, con tal de adaptarse al contexto actual.
El panorama actual es una buena oportunidad de observar aquello que no funciona más, para realizar las modificaciones necesarias o incluso, erradicar viejas creencias y prácticas. El cambio duele, pero duele más no intentarlo.
Fuentes de Consulta:
Redacción CEO Today. (2021). The 5 Biggest Mistakes CEOs Have Made During The Pandemic. Estados Unidos. CEO Today.
Recuperado de: https://www.ceotodaymagazine.com/2020/11/the-5-biggest-mistakes-ceos-have-made-during-the-pandemic/
Neshovska, D. (Abril 23, 2020). The 5 Biggest Mistakes Business Will Make During COVID-19 – and What To Do Instead. Estados Unidos. Solveo. Recuperado de: https://www.solveo.co/the-5-biggest-mistakes-business-will-make/
Redacción Network Overdrive. (2020). 7 Business Mistakes to Avoid in your Pandemic Response. Estados Unidos. Network Overdirve. Recuperado de: https://www.netoverdrive.com.au/7-business-mistakes-to-avoid-in-your-pandemic-response/