El Covid-19 llegó a cambiarnos la vida en todos los aspectos, y esto se ha visto reflejado en el vaivén de emociones que hemos pasado desde el inicio de la pandemia. Durante este tiempo, hemos sentido miedo, incertidumbre, tristeza, ansiedad y estrés; pero también esperanza, amor, compromiso y solidaridad.
La situación se vuelve mucho más difícil de llevar en un contexto de aislamiento, en el que no tenemos la oportunidad de recibir un abrazo o consuelo de nuestra familia, amigos o compañeros de trabajo. Estas emociones que sentimos durante la cuarentena pueden impactar de forma distinta a cada persona, mermando en mayor o menor grado su salud mental.
Por un lado, hay quienes saben manejar sus emociones o buscan ayuda profesional para canalizarlas. Por el otro, hay personas que las esconden refugiándose en sus actividades cotidianas, les resulta difícil asimilar lo que sienten o desarrollan apatía por cosas que antes disfrutaban.
¿Cómo impactan estos sentimientos y emociones en el trabajo, procesos y resultados de una empresa? Éstas son algunas de las afectaciones y procesos que pueden provocar:
Reducción de la productividad.
Una persona que pasa por una situación emocional compleja, suele tener menos ganas de hacer sus actividades cotidianas. Es altamente probable que haga su trabajo simplemente por compromiso o por no perder su empleo, pero dará resultados mucho menores de los que solía dar.
Menos creatividad.
Ésta es clave para desarrollar proyectos o soluciones a los problemas que se presenten. Una persona que pasa un momento difícil en el ámbito emocional verá muy reducida su capacidad de generar nuevas ideas que ayuden a la empresa a crecer.
Más ausentismo.
Una persona que no se siente bien tiende a dejar de lado sus actividades porque no se siente capaz de realizarlas, o simplemente no tiene ánimos para cumplir con las expectativas que recaen sobre sus hombros. Esto provoca que comience a pedir más permisos para ausentarse, o bien, lo haga sin autorización.
Más rotación laboral.
Los problemas relacionados con la salud mental provocan que las personas pierdan el ánimo de realizar cosas que antes le apasionaban, incluyendo sus actividades laborales. Incluso, pueden renunciar a su puesto de trabajo, haciendo que la empresa tenga que comenzar un proceso para encontrar su reemplazo.
Afectaciones en el ambiente laboral.
Si una persona está irritada o triste de forma constante, es posible que comience a ver sólo cosas malas en su entorno laboral y contagie estas emociones negativas a sus compañeros. Esto creará una cadena de insatisfacción entre empleados, la cual puede dañar las relaciones personales y profesionales dentro de la empresa.
La salud mental y el bienestar emocional es algo que tienen que cuidar las empresas, porque impacta directamente en factores importantes dentro de la organización, como la productividad y el clima laboral. Lograr que las personas se sientan importantes, cuidadas y protegidas ayudará a fortalecer el vínculo entre empleados y empresa.


Fuentes:
https://www.cetys.mx/noticias/como-nos-afecta-una-mala-salud-mental-en-el-trabajo/